lunes, 31 de diciembre de 2012

Pequeños detalles

Se da cuenta en ese preciso instante. Han pasado varios años y ella ya no es una niña. Su madre, inquieta y angustiada, la contempla; viste mini falda negra (muy mini) y camiseta de encaje blanca, de escándalo. Como cada año se planta con sus tacones preguntando cómo la ven, si está guapa, pero este año la mirada de su madre está cambiada. Parece de asco o de sorpresa desagradable. Ya no es una niña y está realmente guapa para encantar.

Ella sigue viéndose como esa niña de quince años emocionada por salir el último día del año, elegante, con sus amigos, entusiasmada por sentirse mayor. Hoy se siente realmente mayor. Sabe que en este último año hay muchas cosas que han cambiado y es que sin darse cuenta, todo lo malo le ha sobrevenido, pero lo bueno la ha encandilado hasta el mismísimo día de hoy.

Ha dejado atrás varias personas, otras han decidido, al fin, quedarse. Las que entraron hace un año ya están tan aposentados que ni un viejo huracán logrará arrebatarlos de ese rinconcito acogedor de su corazón, y es que allí están muy cómodos.
Sus "SIEMPRE" siguen ahí. Hoy no van a verse, pero su mente siempre tiene un reservado para ellos y saben lo que eso significa. Estos 366 días no han sido los mejores, los baches eran muy grandes para superarlos pero con ellos siempre es fácil. La han hecho valiente, le han dado ganas de luchar por lo que quería, la han hecho la persona en la que se está convirtiendo. 

ÉL. Este año ha sido suyo. Se lo ha regalado encantadísima. Ha sido ÉL quién ha hecho de un año horrible, un año lleno de lucecitas de colores, de respiraciones entrecortadas entre sábanas, de sudor frío, de golpes de mar y calmadas conversaciones que endulzan el día más trágico de cualquier sonrisa perdida. Se ha convertido en el primero, pasando de largo a platónicos y ranas, a con roce y sin roce. Se ha convertido en el amo de su universo y lo mejor es que él lo sabe. ÉL es quién es capaz de convertir un simple paseo en un día inolvidable; es amante de dar sorpresas simples pero llenas de colores al dibujar su sonrisa en la cara, es profundo al dar suaves besos de madrugada y cosquillas que incitan a un bombardeo. No hay palabras que ella pueda robar a sus libros para definir lo que es ÉL para ella, porque hasta sin aliento la deja. 

Ahora que todo lo de este año se va recuerda como todo no ha sido tan negativo. Se siente acorralada por un miedo inusual por su futuro, aunque sabe que de la mano de todos será pan comido.

Llegarán los disfraces en febrero, los nervios, borracheras y cantadas en marzo y abril, las histerias en mayo y junio, los "¡cuidado!" en julio, los "Feliz cumpleaños y cuidado que ya puedes ir a la cárcel" en agosto y su más aterradora expectativa "Bienvenida a la universidad". Lleva años soñando que este 13 llegara. Lo superará con éxito.