sábado, 2 de marzo de 2013

El amor existe.

Un ramo de rosas, rojas, su amor. 
Más de media vida compartiendo cada segundo a su lado, mano a mano. Ahora cuando ya queda poco una se da cuenta de lo que en realidad es el amor, visto en otros. Es, un día sí y otro también discutirse, es incompatibilidad, es ser tozudo, es hacer lo que uno no quiere sólo por el otro, y al despertar un 14 de febrero es un ramo de rosas en sus manos. 

Con un cuerpo débil, su amor es aún más fuerte. Son unas manos cogidas de hospital y un no me quiero ir de su lado, y un no te vayas. 

Ahora, que todo acaba, una se da cuenta de que ellos se han querido como nadie. Que a pesar de todo han seguido su camino, pero juntos. Han luchado para conseguir todo lo que querían, y lo han conseguido.
No es fácil decir adiós, y aunque lo disimulen es imposible que solo les quede decir "y qué voy a hacer, es así". Solo les pido ver un último beso, suave, dulce, el mejor de su vida, y aunque sea el último, que traspase esa inútil pared de cimientos indestructibles. Que viva eternamente su amor, porque mientras éste dure, yo recordaré a cada amanecer su historia. 

P.D: no te vayas, cada día te necesito más.