jueves, 1 de septiembre de 2011

Lo bueno, si breve, dos veces bueno.

Sí, hoy ya estamos en ese mes del cual no queremos ni oír el nombre (septiembre) , en el cual no sabes si alegrarte e ilusionarte por empezar algo nuevo o caer en una "mini" despresión posagosto.

Sinceramente, la minidepresión nos atrapa al tocar el día de hoy. Nos deprime ver que una parte de nuestro año, la mejor, se nos termina.
Se nos acaba estar hasta tarde sin preocuparnos de la hora o de si tenemos que madrugar, salir casi cada día, bailar hasta que en los pies hay más ampollas que piel, reír todo el día aunque sea por una tontería, cantar esas canciones en "inglés", nadar hasta límites insospechados, volar alto, soñar despiertos, hacer muchas locuras, hablar, aconsejarnos, ayudarnos, apoyarnos (un poco lo de siempre pero mucho más), conocer algún que otro borrachillo, ir a disfrutar de un sol radiante que ni siquiera nos permite pisar la arena que hace arder nuestros pies que ya van corriendo al agua, pero al tocarla te piensas mil veces si entrar o no, porque está , según te parece a ti, helada. Es una sensación única, un contraste especial: frío y calor a la vez en un mismo cuerpo. Produce un pequeño escalofrío en el que te das cuenta de que realmente estás disfrutando del verano, de NUESTRO VERANO.
Un verano en el que hemos estado, sobretodo, juntos (como esa canción: juntos, café para dos... ). Hemos compartido no sólo un día de playa, sino muchos; hemos compartido fiestas (cada semana, como un ritual); hemos compartido noches mágicas bajo un cielo infinito decorado con pequeñas estrellas y una luna que al mirarla hechizaba; hemos compartido cama y cojín, bebidas y patatas fritas a altas horas de la noche; hemos compartido lo mismo de siempre -abrazos, caricias, besos, apoyos, lágrimas, guiños, secretos... - pero un poquito más, meriendas, desayunos a horas no muy "decentes" pero sobretodo hemos compartido la buena vida y lo hemos hecho al máximo, como se debe.
Ha sido el verano que quería, el que deseaba, el verano de mis 16.
Probablemente no vuelva a haber uno igual pero estoy muy orgullosa de saber que lo he vivido como quería, con mis queridos chicos y chicas. Son lo mejor que tengo.
No voy a echar de menos este verano, lo tendré siempre presente, le quiero demasiado.





2 comentarios:

  1. Vamos arecrodarlo y a sentirlo hasta que nos coman las hormigas! Te quiero.

    ResponderEliminar
  2. Cariño, porqué se acabe el verano no significa que TODO, tenga que desaparecer. Te quiero, amor.

    ResponderEliminar