+ El tiempo es eso que hace que las manijas de esa esfera que llevas en la muñeca corran, se persigan hasta llegar a un mismo punto, hasta coincidir, y seguir su propia ruta, siempre girando, sin parar- le contestó su conciencia.
Y es que cuando él está a su lado nada existe, ni siquiera el tiempo, tan reinante como suele presentarse. Para ella se esfuma entre sus dedos, entre sus abrazos donde no queda ningún espacio, entre sus intensas miradas, entre sus juegos y caricias.
Cada suave respiración seguida por ella con sus manos en su fuerte pecho, cada latido de su corazón, rápido, cada sonrisa por saber que sí, que de verdad está con ella, en ese preciso y precioso instante, cada carcajada por cualquier tontería que se les ocurra, porque los dos se transforman al estar juntos. Son un universo aparte y único, especial y lleno de algo indescriptible.
Sin querer se da cuenta que no puede parar de mirarlo y es que, como se mira a un bebé, ella podría estar toda una vida sin dejarlo de mirar y con una sonrisa estúpidamente pintada en su cara.
Quizá por ser viernes, quizá por ser fiesta, quizá porque se ha dado cuenta de que no puede estar sin él, ahora no puede dejar de sentir su olor en su habitación, no puede dejar de mirar su fotografía, no puede dejar de repasar su letra, no puede dejar de escuchar esa recopilación de canciones tan dulcemente escogidas, no puede dejar de desear con todas sus fuerzas que los muros se caigan y que sea el fin del mundo, porque besarlo, para ella, es como el fin del mundo.
el tiempo nos envuelve, nos lleva, nos trae, el tiempo es tiempo, y nos ayuda a darnos cuenta quien importa, cuanto importa y si no lo queremos dejar ir, gracias por tu comentario. un beso grande!
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