Tú, ingenua, creías que al crecer, al hacerte mayor, vendría tu príncipe azul montado en su caballo blanco y te llevaría lejos a vivir en un castillo enorme y precioso. Tu hada madrina te ayudaría en todo y te evitaría los obstáculos.
Pero llega el momento en el que te das de bruces contra el suelo. El castillo se vuelve feo y gris, oscuro. Te das cuenta de que no tienes hada madrina y que hay duros obstáculos que enfrentar; no viene ningún príncipe azul, aunque lo esperes toda la vida. Y, por supuesto, sin caballo ni castillo.
"Era mentira", piensas. " Todo este tiempo ha sido una ilusión".
Pero te paras para reflexionar en todo esto y ves que no todo era tan malo como parecía.
No tienes una hada madrina, tienes 10; no tienes una familia perfecta rica o pobre(como cenicienta), tienes una familia sencilla que te quiere con locura; no viene ningún príncipe azul con un caballo blanco, pero cuando menos esperas aparece un malote encima de una moto negra que te quita todas las perezas. Y sí, no hay castillo ni casa ni lugar dónde huir, pero... ¿para qué huir teniendo todo esto?
No hay comentarios:
Publicar un comentario