sábado, 15 de octubre de 2011

HAMLET.




Después de tres meses he vuelto a pasar por ese camino rodeado de plantas con flores violetas, amarillas, verdes y blancas, pero había más que de costumbre y además tenían un color más brillante.
He cruzado ese viejo portal y la he visto en la terracita con el perro al pie de la escalera, mirándome y meneando la cola. He decidido optar por el acostumbrado saludo que ellos mimos me enseñaron una vez. Al ver que ella también me ha divisado entre la espesura verdosa, mi cerebro no ha dado otra orden que correr hacia ella y abrazarla como creo que hace años que no la abrazaba. Mil lágrimas incontroladas se han deslizado sobre mi compuesto y estudiado rostro, que minutos antes había prometido delante del espejo ser fuerte y no llorar demasiado. Inútil promesa esta, imposible de cumplir.
He cruzado la cortina, de un frío cortante. Dos muletas y un hombre esperándome en medio de la sala. Para mi sorpresa no me quedo parada al verle, no paso indiferentemente de esa figura como otras veces también hubiera querido ser capaz de hacer, pero vuelvo a correr hacia él casi derribándolo en el suelo, que últimamente, no había pisado. Nos fundimos en un abrazo demasiado esperado, lleno de una impaciencia esfumada y miedos transparentes. En ese momento solo mi cabeza piensa en que es un sueño, algo irreal, que no estaba pasando y que mi subconsciente me volvía a traicionar.
Lo primero que me ha despertado de mis altos pensamientos ha sigo su olor, su bendito olor. Sigue oliendo igual que cuando yo lo veía como un gigante. Ese perfume que desde el mismo día en que se lo compró se convirtió en mi esencia preferida. Aún más lágrimas se perseguían por la pista de mi cara.
Algo más urgente en ese momento me llama desde lo más hondo de mi cuerpo. Me falta él, mi tesoro. ¿Dónde está? Ella me indica su alcoba, en la que él nació. Tumbado esperaba que yo llegara. Al fin, su (mi) deseo se ha cumplido. No puedo parar de besarle la frente, las mejillas, de agarrarle las manos fuerte y decirle que le quiero mucho y que lo he extrañado mucho. Ahora sí puede decirse que mis ojos son dos cascadas que brollan agua a máxima corriente. Es increíble ver como la vida puede deshacerse en tan poco tiempo. NO puedo evitar tumbarme a su lado y llorar junto a él. No pienso, sólo estoy con él y me habría encantado quedarme así todo el tiempo que hubiera podido.
Decido ir a ayudarla para que él esté mejor. Paro a hablar con esa persona a la que quiero con toda mi alma, a la que he temido muchas veces, a la que he tenido una rabia inmensa.... Verlo así me ha hecho dar cuenta que no puedo seguir queriendo ser la fuerte, ahora toda mi fuerza debe estar con él, con ellos.
Sin querer me fijo en su vieja cicatriz de guerra. Me paro y veo que no recordaba ese mínimo detalle de su cuerpo, cosa que me destroza y me impide seguir hablando por unos segundos, hasta que logro recomponerme, al menos la fachada. Su cara parece no corresponder con la cara que yo conocía al ver cada día esa marca. Todo ha cambiado tanto... quizá demasiado.
Vuelvo con mi maestro, le digo que voy a volver pronto pero que tiene que mejorar, que ahora toda mi fuerza, mi voz y mi cuerpo van a estar a su lado siempre que pueda. Soy parte de ellos. Un te quiero mucho mi niña es lo que sale de su seca boca, contrastando con sus empapados ojos.
Salgo no quiero hacernos más daño despidiéndonos. Al menos he conseguido hacerlo reír.
Mi pequeño monstruo no ha parado de saltar e ir de un lado para otro para demostrar que él también me echaba de menos.
Otro abrazo con las muletas a cada lado y un Gracias por ser como eres sale de su emocionado estado, y un regalo me entrega: un libro-caja.
Me duele irme pero no queda más remedio. No puedo hacer esperar tanto.
VOLVERÉ. He aprendido que hay que dar todo lo que se pueda para que todos podamos estar bien, si el que tiene que actuar bien, lo hace, y yo voy a ser la primera, voy a dar (si ya no lo he dado) el primero de muchos pasos.



3 comentarios:

  1. Cada dia me sorprendes mas... me encanto la entrada:) es de Hamlet? y la foto es muy dulce, sales muy bonita :)
    un beso y gracias por pasarte!

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  2. Joder,¡qué hermosura! No sabes cuantas sensaciones me han venido de repente mientras leía eso.
    Hay cosas que por mucho tiempo que pase nunca cambian. Genialísimo.
    Por cierto, ME ENCANTA la frase que tienes de "Datos Personales"
    Un beso, preciosa <3

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  3. Eh, ¿como osas poner semejante cosa tan preciosa en esta entrada? Jijiji es bromi♥ ¿Es de la obra de Hamlet? Si lo es solo puedo decir... ¡¡QUE GRAN HOMBRE FUE SHAKESPEARE!! Ah, por cierto, ¿la de la foto eres tú? o.o Porque si esa chica eres tú ¡¡eres monísima!! Me encanta esa sonrisilla que tienes :) Besos ^^

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