miércoles, 5 de octubre de 2011

Simple y maravilloso.












Una mirada entre una madre y una hija, una entre dos amigas, entre dos compañeros... Un pequeño gesto dice tanto que hasta nos sorprendemos a nosotros mismos y es que a veces lo más sencillo es lo que vale más, lo que más significado tiene.

Un hecho tan simple como una mirada puede hacer que esa mañana gris, monótona, rutinaria y aburrida se convierta en un día espléndido, con un sol radiante aunque fuera llueva y tú solo puedas ver el sol a través de tus impermeables ojos.
Una sonrisa puede causar el mismo efecto, incluso multiplicarlo, y la acción combinada de ambos elementos puede producir una bomba demasiado explosiva para según que lugares, pero son impredecibles y nada cautas, explotan en una reacción que más o menos puedes intentar controlar, no siempre con éxito. Aunque estos gestos son mayores si es ESA persona las que los articula. 

Como algo inesperado una mirada perdida y una media sonrisa pícara (la que tanto me gusta) se encuentran con mis ojos que llevan observándolos y buscándolos desde hace ya un rato. Esa bomba de relojería, sin querer se ha activado y aunque he sabido controlar la explosión por dentro mi labios no paraban de sonreír, mis ojos no podían parar de brillar y todo mi cuerpo se ha convertido en una gelatina incapaz de estarse quieta.

 Es así: solo necesitamos ese mínimo gesto para estar un poquito más alegres. No necesitamos grandes casas ni castillos de princesas, ni ganar la lotería para sentir esa "cosa" tan especial. Nos conformamos con la intimidad y la complicidad de una mirada que dice más que las propias palabras.

1 comentario:

  1. love your blog!

    www.aroundlucia.com
    www.aroundlucia.com
    www.aroundlucia.com

    ResponderEliminar