lunes, 28 de mayo de 2012

perdiendo el equilibrio

Domingo por la tarde. Otra vez esa maldita sensación de castillos desmoronándose, de nubes vaciándose de agua, de gusto salado y con un destino claro dónde caer. Pájaros volando en un cielo oscuro, denso, demasiado plagado de ideas absurdas y adversas. Aire me falta. Chispas saliendo disparadas hacia ropa nueva sin merecerlo. Tragando cada una de esas punzantes espadas que a veces llamamos realidad, un tanto dura para mi gusto. Caballos galopan a una velocidad inimaginable por mis venas y sin poder evitarlo la rabia consigue cubrirme; aún busco el por qué.
Miedo quizá. 
Reprimir pensamientos, mecanismos que nunca paran, comer mi propio dolor sin poder evitar derramar, como en esas noches oscuras de hace años, todo un océano encima de mi almohada, ya acostumbrada a mojarse.
Alguien o alguienes (permitidme esta licencia, me gusta inventarme palabras sinsentido) despuntan algún rastro de intentar construir una casita dónde quepan mi dolor y yo, con una hoguera a su lado y un abrazo reconfortante pegado a mi tembloroso cuerpo, con un jardín donde enviar a correr los caballos que poblaban mis venas, donde mandar cada una de esas chispas en un estanque vacío.
"Formas parte de mi vida". Es lo más reconfortante que esta niñata ha podido oír en su vida y además por partida doble. Cuando todo parece ser más oscuro, cuando la noche llega antes de tiempo, eso que tanto extraño parece hacer una pequeñísima visita por mi habitación desordenada y llena de ropa inservible ahora mismo -la recogeré, quizá sirva de algo. Necesito volar con la seguridad de un pequeño coche atado a mí, de una canción que no me gusta pero me sé de memoria, de alguien que le guste reflejarse en mi mirada, como una vez me dijo. Este aire es demasiado cálido, y mis horas están demasiado llenas para estos deseos irrefrenables de libertad y de querer escapar a su lado a una playa desierta (o quizá no tan desierta) a despejar cualquier rastro de ese miedo reprimido, a hablar de cualquier estupidez que se me ocurra, de aceptar de una vez que las cosas son así y no van a cambiar, que ya solo pueden ir a peor, y lo único que queda es apechugar y sentir más cerca que nunca que sí, que formo parte de su vida.

necesito recuperarlo. gracias por existir ALGUIENES.
Pri, sin ti mi vida, no sería vida.
Ne, sin ti no tengo vida.

1 comentario: