viernes, 19 de agosto de 2011

ELLA. YO.

La angustia le corroe por dentro. Ahora no ve más allá de esas risas vacías y punzantes de hoy, pero hoy ella no reía con los demás, era el objeto de ellas.

Se siente devorada por ese extraño sentimiento que aún no sabe identificar.
Está cansada de ser ella, de ser ese conjunto de cuerpo, alma y mente. Desearía desaparecer y encontrar lejos de aquí su lugar, su soñado sitio, dónde ella pudiera sentirse ELLA, sin necesidad de que nadie le recordara que es diferente, lo es y le gusta pero hasta cierto punto y parece que a todos les cuesta pillar ese punto donde termina la gracia y empieza a ser desagradable.

Puede (y es) que no siempre sea así y que no siempre se sienta igual pero en estos momentos, sin necesidad, se odia a sí misma por ser como es. Gran error. Aunque ella lo ve, sabe que no puede cambiar lo que siente, por mucho que quiera y lo intente.

La han comparado con otras y ve que, parece que muchos quieren que cambie,que se convierta en lo que son otras, quieren que sea otra, igual que las demás. Pero ella es diferente y no quiere cambiar; "cada uno es como es -piensa ella- ¿para qué quieren que cambie? ¿Para contentarlos a ellos?"

Ahora tiene miedo de que la presión tenga más fuerza que ella y acabe haciendo lo que desean los demás. Sería ahí donde se fallaría a ella misma y ya nunca encontraría ese extraño lugar al que ella cree que pertenece.

2 comentarios:

  1. Te has dado cuenta de esto, solo queda que luches. Sabes hacerlo, sabes cómo, sabes que es lo que debes hacer. Lucha por seguir siendo tú, no dudes ni otro segundo más quién eres! Sonríe a quien eres, grita a tu cuerpo y saca esas ganas de vivir que se han escondido en un hueco de tu cuerpecito. Reconoce que como tú no hay nadie y que te gusta mucho ser como eres y que eso, es lo único que debe importarte a ti i a todos los demás. Te quiero

    ResponderEliminar
  2. No seas nadie más que tú... sabes hacerlo, solo tienes que dejarte llevar.
    Te quiero, tú.

    ResponderEliminar